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jueves, 24 de julio de 2014

La Hora de decidir. 1 Reyes 18.

Es normal que los seres humanos tengamos equivocaciones y hasta cierto grado son admisibles. Todos tenemos derecho a equivocarnos pero llega un momento donde es necesario tomar una decisión y esto ya no da espera. Decisiones de tipo económico, emocional o espiritual.
Si tú eres de los que ha desperdiciado tu vida en la búsqueda de la felicidad en lugares y personas equivocadas ya es hora de tomar una verdadera decisión. O como se dice en el mundo ya es hora de sentar cabeza.
El pueblo de Israel estaba pasando por un momento difícil en cuanto a tomar una decisión. Tenían que decidir si servir a Jehová o a los dioses falsos. V 21 “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” claudicar es renunciar, vacilar, dudar.
Todos los siervos de Dios tenían que tomar la decisión de a quien servir. Josué 24: 15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Dios en su misericordia también nos permite equivocarnos y hasta que le fallemos. Llevados por el miedo o por diferentes traumas de nuestra vida. Pero llega un momento donde él requiere que tomemos una decisión le servimos a él o al mundo y a nuestras pasiones.
En el plan secular también es necesario que aprendamos a tomar decisiones. Dedicarte a trabajar o estudiar. Esperar un tiempo o casarte de una vez. En fin son muchas las decisiones que tenemos que tomar. Unas importantes que trasformaran nuestra vida y otras decisiones tal vez no tan transcendentales para nosotros.
Como tomar decisiones.
1. No dejarse dominar por el miedo. V 15-16 “Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.  18:16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías” Acab buscaba a Elías para matarlo pero Elías estaba dispuesto a enfrentarlo. Es necesario que enfrentes tus temores.
2. Teniendo Templanza. V 17-18 “Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? 
18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.” Elías no se dejaba amedrentar.
3. Teniendo seguridad en lo que se hace o se habla. V 19 “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
4. Arreglando el altar para Dios. Y en lo secular arreglando tu vida. V 30 “Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.” recuerda que tú y yo somos templo del espíritu santo.
5. Siendo un hombre o una mujer de retos. V 23 “Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo” solo cuando nos proponemos conseguir algo lo logramos. Los retos siempre deben ser altos para poder esforzarse y hacer algo más que los demás. V 34 “Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez
6. Entendiendo que nadie puede servir a dos señores. Mateo 6: 24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas
7. Teniendo en cuenta que nadie puede tener amistad con el enemigo. Santiago 4: 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” ese enemigo puede ser la pereza, el desorden, el desánimo. Etc. Nada tienen en común la luz y la oscuridad. 2 Corintios 6: 14 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Ya es la hora de decidir no podemos seguir igual. Dios quiere que tú y yo seamos los mejores, levántate se esforzado y valiente. La decisión es tuya el éxito te espera.